jueves, 25 de noviembre de 2010

Nota desde Asia. Mi tercera patria.


He de ausentarme hasta un 24 de diciembre de 2010.

Es el tiempo, el vendito tiempo, ese alguien que siempre nos ocupa y nos encoge la vida que pasa y a retazos la vemos transcurrir consumiendo anhelos y sueños que son bocetos incrustados a un deseo de querer estar presentes sobre el espacio que ocupamos.

Todo importa. Importa vuestra presencia. Importa vuestra lealtad.

En un 24 de diciembre a las puertas de otra noche buena os prometo traer hasta aquí a una autora que cautiva con su naturalidad y su frescura innata e intacta.

Contaremos con la presencia de una argentina cabal y muy capaz que se ha forjado a sí misma. Una autora sencilla, escueta y humilde donde las haya, incluso es tacaña para con las palabras hacia su persona. Ella nunca alza su voz interna, siempre se califica de autora principiante en su máxima personal, pero yo estoy en desacuerdo con esta expresión, la realidad es otra; en mi pobre entender traspasa de sobras el umbral de ser algo más que una aprendiz de autora. Sabe enfocar una historia, darle vida, recrear el ambiente necesario en el que nos atrapa; está bien documentada, inclusive hasta la jerga empleada nos introduce en la trama sin darnos cuenta a través de descripciones atentas bien meditadas que seducen y en la que nos acompaña sutilmente a través de un cuento con una entrañable obra de ficción. Un texto a renglón seguido con un estilo nuevo, diferente a lo habitual y sugerente con un inagotable caudal imaginativo al que envidio y para el que más de uno querríamos en una narrativa que se sucede constante como en caída libre hacia un torrente de cascadas a través de un sinfín de pasajes muy elaborados y cuidados que nos sumergen en otra época donde nos evoca sabrosos submundos en los que todos hemos estado alguna vez y a los que no dudaremos ni un instante en volver.
Con ella y en ella seremos grandes y seremos pequeños, seremos aquello que en su justo momento necesitemos y sepamos ver.

Y ahora desde este Asia a estas horas de una madrugada herida que al fin muere en la breve espera de un crepúsculo que cierra otro circulo, os quiero contagiar de un pensamiento que llega y se queda en mis labios trémulos ante la brisa y este paisaje de paramo verde agua marina que arrecia húmedo y exuberante hasta cuando me alcanza y se me abraza acariciando una silueta huida, es de poco a poco que me envuelve entre una visión idílica y vuestro tierno recuerdo.

A todos vosotros y a una autora junto con su obra que ha nacido para endulzar un poco más a este cosmos de la palabra.

Hoy os deseo tener en mi memoria para bautizarme de nuevo sobre estas aturquesadas aguas que para vosotros quiero. Y me las he de llevar puestas sobre los ojos hasta un mediterráneo donde las habré de soltar como a una estrella fugaz caída sobre el firmamento de una imaginación tan fascinante como para beberla y mecerse con ella de forma errante.
Fresas azules con macacos y elefantes de contornos tan exuberantes como las vistas de la bahía de Pan Angha que frente a mí se abre y se crece desde esta magnífica isla de Phuket que capitanea a sus discípulos de norte a sur desde Pantong hasta Krabi con sus innumerables lunas que son las que más brillan, Phi Phi y Vi Khao Tapoo entre tantas otras que son las que enamoran durante este ocaso que acontece en otro amanecer.

Gracias a todos vosotros por estar siempre. Perdonar estas ausencias ocasionales tan necesarias.

Hasta un 24 de diciembre de 2010 este el mejor obsequio que os puedo entregar. Y aunque el tiempo nos devora y nos demora los pasos, yo sin vosotros no quiero caminar.

Atentamente.
Iñaki Rd.

¡Un Homenaje a la Poesía!